28 noviembre 2006

BULL ¿QUÉ?

BULLYING… Este es el término que se utiliza para nombrar un fenómeno que en forma creciente se ha ido dando al interior de los establecimientos, y cuyas muestras evidentes se dieron inicialmente en los EEUU, donde además se realizaron las primeras investigaciones. Por eso el término extranjero. “Bully” significa bravucón o matón…
Parece un mal de nuestros tiempos. Los valores sociales que se han ido cultivando, el uso y posterior abuso del poder, los liderazgos mal llevados, han generado actitudes escolares que distan mucho de ser de colaboración.
El bullying se caracteriza no por una agresión ocasional hacia otro compañero o compañera, sino por un acoso sistemático, en que se pretende anular al otro y

quedar en una posición jerárquica “superior” a través de la intimidación, la amenaza, la burla, el maltrato físico e incluso la indiferencia. Es así como algunos niños se sienten acorralados y comienzan a perder la confianza en sí mismos y en los demás. Su autoestima se deteriora, y la presión de los mismos niños que les acosan, los suele llevar a enfrentar este problema en soledad, sin atreverse a comentarlo a sus padres o profesores.
Pues esto, que a veces nos parece una actitud tan “de otros” o propia de otros países, también se pasea peligrosamente por los pasillos de nuestros colegios… El caso de la jovencita de Iquique ha puesto el debate sobre la mesa… mientras tanto ¿qué hacemos para detenerlo?

24 noviembre 2006

EL BAILE


No pretendo promocionar ningún programa de TV en particular, sin embargo, hace tiempo me daba vueltas esto de postear acerca de las cualidades terapéuticas del baile, y tuve un empujoncito a través de Ingrid, a quien vi bailar ayer en un acto de la Municipalidad. Por lo demás Anita hace rato anda transmitiendo con sus clases de salsa, así es que ya que todo es baile, ¿porque no bailar un ratito ahora?
El baile tiene una cualidad especial: nos lleva a una comunicación directa con nuestros sentimientos, con nuestro espíritu… y si a eso sumas una música que te conecta, el efecto puede ser de un verdadero trance. No en vano los rituales primitivos, de petición o agradecimiento, siempre se llenaban de expresiones espontáneas de cantos y bailes.
Algo ocurre cuando bailamos, que llegamos a donde no hay preguntas, sólo ESTAMOS. De alguna forma es un estado de meditación, porque la meditación es eso, ESTAR, dejar los pensamientos de lado. Y a veces aparecen sorpresas: un llanto que no esperábamos, una sensación de liberación… algo que se desata… nos conecta con aspectos más verdaderos, e incluso con aspectos ocultos, que no reconocemos fácilmente... y regresamos al mundo más livianos, distintos, más centrados.
(Si no lo creen, pregúntenle a la Argandoña si el baile no le movió algún tornillo)

13 noviembre 2006

OTROS BREBAJES.

En medio de la fatalidad que ha sacudido a nuestro Cañete, y el silencio que al menos yo guardo en el corazón, debo agregarles que a propósito de sus comentarios, quise contarles un poco más de la psicoterapia y yo... así es que allá voy.
Corrientes terapéuticas hay hartas, pero normalmente no se le pregunta al psicólogo o psiquiatra (en caso que sea psicoterapeuta) cuál es su línea terapéutica. La gestalt surgió tal como dices tú Pato, acorde a Perls, en cuanto a su forma de ser y a su tiempo. La verdad es que cada cosa que creamos suele ser acorde a nuestra forma de ser... y no voy a señalar aquí si esa forma de ser es la del SER o la del DEBER...
Por otro lado, como señala María Paz, las patologías de salud mental, sobretodo aquellas que alcanzan una intensidad significativa, han alterado el funcionamiento neuroquímico, y en esos casos la farmacoterapia es muy útil. Eso, si no nos quedamos exclusivamente creyendo que esa es la forma de superar todo, pues hay un aspecto personal que mientras tanto es bueno cultivar y revisar y cuestionar, para no quedar siempre con la muleta farmacológica, sino sólo en caso de ser Necesario.
En cuanto a lo facilista de la explicación de que lo que somos en la actualidad se lo debemos a nuestra infancia, todos la tenemos. Es una huella psicoanalítica dificil de borrar, es sólo que además es fatalista. A mí, la gestalt me permitió entender cómo eso se actualiza en el presente, y sigue siendo la piedra con que tropezamos en el camino. El tema es ver COMO la estamos acualizando en el presente, como nos obstruye, nos perturba, nos hace tropezar. Ocurre que justamente cuando tropezamos, el dolor nos atrapa y en vez de secarnos las lágrimas y ver qué pasa aquí y ahora, nos vamos allá y entonces y decimos algo así como ¡claro! qué más voy a pedir o esperar... todo es culpa de mi mamá (o el perro que me mordió de niña, o la maestra que me miró feo, etc, etc) y nos quedamos llorando cuál kiko del Chavo, contra la pared.
En gestalt, intentamos traer a la actualidad la rabia, la frustración, la expectativa, el temor, y enseñar a que cada uno enfrente esos sentimientos de HOY que vienen arrastrándose desde buuuuuuu.... cada quién sabe desde cuándo. No siempre es fácil, no siempre se quiere, las resistencias siempre están, y por otro lado, cuando las cartas quedan sobre la mesa, cada cuál decide cuál juego quiere jugar.

08 noviembre 2006

LA PSICOTERAPIA Y YO



Todas las corrientes psicoterapéuticas nacen en el psicoanálisis, eso es indiscutible. Sólo que –en un momento dado- como todo hijo que cuestiona al padre, muchos discípulos de Freud pusieron nuevos puntos de vista sobre el diván y tomaron un camino propio. No fue raro que Freud los “excomulgara” de la sociedad psicoanalítica. Dos grandes de estos excomulgados fueron Jung y Perls.
Para mí Perls fue quien dejó claro lo importante de situarnos en el HOY, haciéndonos cargo, reconociendo, permitiéndonos ser sin temor, para mantenernos en movimiento y no sólo detenidos en una antigua creencia. Eso me enamoró de la Gestalt.
Tomamos parte activa en la construcción de nuestra vida… no somos sólo un barco de papel a quien lleva la corriente… podemos ingeniarnos para coger un remo, tejer una cuerda, transformar el barco en velero o lo que sea.
El psicoanálisis siempre acudió a las experiencias infantiles y represiones sexuales, para entender quiénes somos en la actualidad y noto que eso genera en las personas un razonamiento del tipo “Es que yo soy así porque mis papás fueron así conmigo”…”Es que cuando niño yo…” Y nos congelamos en una explicación y nos justificamos.
Aunque encuentre explicaciones para mi vida actual en mi historia, estas me permiten contextualizar, darle un telón de fondo a mi escenario. Pero si creo que eso es todo y ya, o que “mi pasado me condena”, de seguro me condenará. Es hermoso ver en un proceso de psicoterapia gestáltica, cómo el escenario se va transformando, aparecen nuevas piezas, cosas que nunca antes habíamos valorado o atendido, cerramos viejas heridas, acariciamos nuestras cicatrices y nos levantamos mirando el HOY con otros ojos. Nos volvemos más vitales, y nos reencantamos con la vida, con NUESTRA vida.

03 noviembre 2006

ANSIEDAD, ¿YO? ...NOOOOOOOO


Es sabido que los hombres son reticentes a admitir sus dificultades en el área de la salud mental. La cantidad que consulta respecto de las mujeres es significativamente menor, y cuando lo hacen es por presiones externas. Yo intuyo, en lo general, que ese rol de género por el cual deben ser quienes apoyan, quienes dan fortaleza y deben guiar a los suyos (lo digo entre comillas) no se permiten “estar mal”. Bueno, también hay muchas mujeres que no se lo permiten, con circunstancias similares o distintas, pues cada persona es un mundo. Y no lo digo en cliché, lo digo con conocimiento de causa…
El asunto es que si en proporción las mujeres suelen verse atendidas predominantemente por depresión, los hombres atendidos y no atendidos, suelen sufrir de desórdenes ansiosos, que van desde simples palpitaciones al estilo de “taquicardias” o pseudoataques al corazón, hasta francos trastornos de pánico.
El punto es que aquí viene un ingrediente que pocos varones reconocen… el consumo de alcohol, suele ser el medicamento por el cual los hombres evitan DARSE CUENTA de su problema de fondo. Mantienen sus síntomas “bajo control”, sin embargo, evitan hacerse cargo de lo que realmente les pasa, y en general yo diría que con el consumo de alcohol evitan encontrarse con su fragilidad, con su vulnerabilidad… y siguen insistiendo -absurdamente- en su rol de macho.