Tal vez sea un planteamiento absurdo si parto de la premisa de que tratándose del amor, es un motivo para celebrar... pero celebrarlo en un día en particular, no resulta cómodo en muchos casos.
Qué casos? Pues no hay que pensarlo mucho, o al menos yo pienso en una breve revisión...
El amor por los hijos. El más grande puro e incondicional de los amores... no es para celebrarlo hoy... ni tampoco los días en que se decidieron a rayar las paredes recién pintadas, o dibujaron con un clavo o una piedra o una llave, un corazón en la puerta del auto...
El amor que terminó ayer. Por el que habías apostado todo y resulta que de un momento a un otro, casi sin que te dieras cuenta, dejó de hacerte sentir como en sus mejores momentos... y tampoco hoy sería un buen día para terminar.
El amor clandestino. Sí, al más puro estilo de la canción de maná, al que le resulta dificil coincidir justo hoy.
El amor que finalizó de una sola parte. Te han dado el mejor "No eres tú, soy yo..." y has quedado igualmente enganchad@ y perdid@ en las ilusiones que no te correspondieron ni tampoco te corresponderán.
Pero amor o no amor, correspondido o no, habiéndote hecho sentir vivo, ya representa un motivo para celebrar, aún estando sol@s... Porque entre todo... sigue siendo el motor más potente que pueda mover nuestra vida.
He dicho.