Estar o no estar en pareja ni siquiera parece ser relevante... claro, tal vez lo digo porque estoy en la cara de la moneda donde siento que recibo amor a manos llenas y eligo a diario al hombre con el que me casé.
No lo elegí sólo hace cuatro años cuando juramos amarnos frente a Dios... no lo elegí sólo cuando reencontramos nuestros ojos hace diez años... no lo elijo sólo porque es el padre de mis hijos... lo elijo HOY... porque eso quiero... porque es a él a quien quiero... porque es un gran compañero...
y porque al escribir este posteo en realidad siento insuficiente cualquier descripción de la magnitud de mi amor... así es que sería todo.