Un hombre del pueblo Neguá, en la costa de Colombia, pudo subir al alto cielo.
A la vuelta, contó. Dijo que había contemplado, desde allá arriba, la vida humana. Y dijo que somos un mar de fueguitos.
El mundo es eso- reveló-. Un montón de gente, un mar de fueguitos.
Cada persona brilla con luz propia entre todas las demás. No hay dos fuegos iguales. Hay fuegos grandes y fuegos chicos y fuegos de todos los colores. Hay gente de fuego sereno, que ni se entera del viento, y gente de fuego loco, que llena el aire de chispas.
Algunos fuegos, fuegos bobos, no alumbran ni queman; pero otros arden la vida con tantas ganas que no se puede mirarlos sin parpadear, y quien se acercan, se enciende.
A la vuelta, contó. Dijo que había contemplado, desde allá arriba, la vida humana. Y dijo que somos un mar de fueguitos.
El mundo es eso- reveló-. Un montón de gente, un mar de fueguitos.
Cada persona brilla con luz propia entre todas las demás. No hay dos fuegos iguales. Hay fuegos grandes y fuegos chicos y fuegos de todos los colores. Hay gente de fuego sereno, que ni se entera del viento, y gente de fuego loco, que llena el aire de chispas.
Algunos fuegos, fuegos bobos, no alumbran ni queman; pero otros arden la vida con tantas ganas que no se puede mirarlos sin parpadear, y quien se acercan, se enciende.
(eL MUNDO... DE EDUARDO GALEANO)
7 comentarios:
Hola tía Loretto; sí, tienes razón, no hay dos fuegos iguales, y ninguna persona es igual a otra.
Yo soy un fueguito pequeño; pero muy gracioso(a)
Cariños para ti y un besito para Agustín.
y con tanto fuego uno no se quema??? como será mi fuego, vigoroso o apenas visible?
saludos
Solo pasaba a saludar.....
Un abrazo!
Lore, veo que estas remodelando tu blog y volviendo a tus andanzas... me parece muy bien...
Hola Loreto....jajajjajajajaj me gustó, es verdad ningún fuego es igual a otro, yo...fuego santo medio loco, me gusta el fuego...hay un fuego abrasador incomparable...que quema por dentro...saludos a los bebes y al DEM. Bendiciones a Cañete de la Frontera. Ingrid
De ser así, yo soy fuego de combustión lenta y continua, pero, cada vez seca más mi madera por lo que ardo mejor.
Buen texto.
Saludos.
Héctor.
Que lindo, eso de ser fuego me produjo una sensación rica, como de alegría.
Yo creo que en momentos de rabia soy fuego que extermina todo a su paso.
Y en otros momentos, puedo ser fuego suave, cálido y hasta apasionado.
Sí, creo que ese fuego soy.
Un besito grande.
Anita.
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