10 enero 2007

ABANDONO


Si hay algo que nos suele contactar plenamente con la depresión y la angustia, es la sensación de abandono. Muchas veces llegamos a sentirnos poco apreciados, dejados de lado, y para colmo, la suerte pareciera no sonreírnos.Sin embargo, en muchas personas, la adversidad es superada por factores resilientes que les permiten enfrentar esa adversidad con altura de miras y con optimismo. Eso no quita que de pronto el abatimiento quiera caerles encima.Por supuesto muchos de quienes somos creyentes, nos aferramos a la fe, a Dios… sin embargo, también creo que a Dios lo sentimos más presente cuando no nos abandonamos a nosotros mismos.

Si hay algo que me parece una gran traición y a veces la cometemos a diario, es el abandono de uno mismo… y ahí si que no hay Depresión más severa. ¿¿Por qué no intentamos estar atentos a nosotros mismos, a nuestra creencia, a nuestra intuición, a nuestra sabiduría personal?? ¿Dónde queda esa conciencia natural del ser humano? ¿Cuándo la extraviamos? Si pudiésemos responder en la intimidad personal a estas preguntas, tal vez… tal vez podamos enfrentarnos mucho más enteros a cualquier adversidad... y jamás abandonarnos.